Mi amiguito.

La poesía en tus ojos se lee mucho mejor.

No soporto las palabras forzadas, mucho menos los momentos de inspiración que caducan al instante, a mi me gustan las letras que permanecen con la emoción eterna.

La mejor conexión se encuentra en las pupilas, siempre dicen tanto...

A veces me es fácil leerte entre la gente. El sol te evade un poco, de perfil siempre luces apagado; yo sé que te haces el interesante, pero, como a todas, tu intermitencia las espanta; eso es poesía, de la más barata por supuesto.

Detesto que mal utilices las palabras, que falta de respeto, en este arte tu no existes.

Querido Amor, que confundido te encuentras, ni tú sabes quién eres, ni ellos saben dónde estás.

...

Sentimientos encontrados, ninguno se conoce con el otro, en este acto de presentarlos me tomaré un vida entera.

¿Qué pasa cuando te descubren? ¿y qué pasa cuando tú descubres el mundo?

Qué pasa cuando te das cuenta que nada es como parece, que todo tiende a ser un poco más complejo, que tu color favorito no es en realidad tu color favorito y que, de habértelo imaginado, el cinco quizás sí se parece a ti.

Qué pasa cuando el fuego ya no te identifica sencillamente porque el viento parece soplar más fuerte, cómo saber de conexiones corazón a corazón si jamás has tenido una con el alma. ¿qué pasa?

Qué pasa cuando la historia del otro lado se lee más interesante que la tuya, y más que eso, se lee real.

Supongo en este mar de verdades yo ya me ahogué, y en las cenizas de un fuego que nunca se consumió se quedaron tatuados un par de versos que jamás viví. Supongo la tierra se mostraba resistente, pero al hacer contacto con el agua se tornó movediza, insegura.

Cuando te empiezas a conocer, te espantas, el espejo te ha mentido tanto tiempo, que entonces te niegas a aceptar que la de ojos café, piel blanca y cabello negro largo te ha estado mintiendo un poco, que los temores están en su punto de éxtasis más alto y las rodillas en su quebrantes más anónima.

Hasta las uñas se sienten débiles. La piel, las heridas y un par de lagrimas insolentes y rebeldes no te permiten ver más allá del alma; el escudo se ha hecho el fuerte y cuando alguien revela lo frágil que es te da miedo. Te da miedo mirarte, porque a tu mirada apuntan las flechas de los ojos del resto.

Te mienten, descubres que te mienten. Descubres entonces que no era, que no eras y que nunca fuiste, te quedas en silencio, permites que las notas de un piano te acorralen un poco, para acariciarte las pestañas, para besarte hasta los huesos, para recordarte que el sonido de aquella melodía te pregunta "¿dónde estás?".

Un insulto, eres un insulto, pero eres poesía, poeta de medio tiempo. Un poco inútil, pero enseñas. Representas, te pareces al resto. Al final casi todos se sienten como tú. Inseguros, tu al menos lo gritas. Con miedo de sentir más en cada letra, de renacer finalmente, de ser un poco flor y un poco espina.

Una carta

Bogotá, Viernes 5 de Abril de 2013  

Llorar de rabia una ausencia que al final necesitaba es como si en mis noches pudiese descifrar aquellos sentimientos que te odian, que te quieren gritar el dolor. Supongo mis pesadillas dicen más de mi que estas palabras, pero los recuerdos ya no compiten contra los hechos, la realidad es mucho más fuerte -y por intervención divina- mucho más tranquila a pesar de mis demonios nocturnos.

Se perdió el sentimiento, que bueno, hoy puedo volar hacía donde quiera; sin embargo duele, duele en las promesas y a veces en el tiempo, el tiempo, pasa rápido y es agresivo como el viento, el viento, golpea fuerte mi piel, aquella que un día tatuaste en tus ojos ¿y tus ojos? mirando otros labios ¿y mis labios? libres de besar el universo.

Los días recuerdan nuestros caminos, las sonrisas juegan con mis ángeles, las hojas me discuten tu infidelidad, el sol brilla aunque no estés y el presente me hace sentir viva, fuera del ataúd de tus brazos.

Pero es un lástima que mamá con frecuencia me evalúe, ella cree que no he sobrevivido, yo creo que ella te sigue queriendo como un hijo y no sabe dejarte ir, quiere mantenerte en mi, como su amargo amor de los 17. Lloré de rabia en mi memoria porque mamá te extraña, porque siente que le fallaste, que quebrantaste una confianza colectiva; es quizás por esto que de vez en cuando hago de asesina y te despedazo en mis respuestas; he soportado todo, excepto el sufrimiento colateral que causaste, al final ellos sólo eran actores de reparto y para este entonces,  los convertiste en protagonistas.

¿Quién se cree? le pregunto a Dios -un hijo mío, me responde. No sé qué me causa más nauseas, si los ojos brillantes de mamá cuando te menciona, la cara ensombrecida de mi padre cuando escucha tu nombre o Dios diciéndome que debo perdonarte.

Mi sobrino hace unos días preguntó por ti, creo que mi silencio fue la mejor respuesta, él se pregunta si es que acaso ya no nos quieres, yo miro a los demás, nadie sabe qué decir, todos sabemos que hasta él siente tu inminente traición y no es algo que queramos explicarle.

Uno que otro chiste surge en reuniones familiares, realmente eres el centro de los peores temas de la última década, considérate un "ganador", te llevaste el premio al lobito mejor disfrazado de oveja y mi papá siempre dice que por personas como tú es que jamás será cristiano, mi cuñada y yo nos miramos, como queriendo realmente olvidar que tú tienes algo que ver con Cristo, pero tú sabes, todo esto fue "hablado con Dios".

Es mi deber decirte que me equivoqué, que la verdad no te amaba, que todo fue cuestión de la emoción del momento y que tan sólo se trataba de una dependencia mal infundada, pero también debo decirte que a quienes sí amo con todo el corazón, es a esos viejos que de vez en cuando siento que utilizaste, que no puedo evitar sentir que fuiste un vividor, que al no tener una familia -real- utilizó la mía para saldar un par de venganzas y traumas internos de su niñez, y bueno no te culpo -de verdad intento no culparte-, se que realmente no has sabido qué es el amor de un padre, quizás fue por esto que mi hermoso gordito jamás fue de tu agrado, y bueno, mi mami quizás te sirvió demasiado y te dio un amor que superó tus expectativas de suegra, no lo soportaste y al final por eso decías con rabia que "yo por qué sufría sí realmente lo tenía todo" y bueno, sí amigo tienes razón, lo tengo todo y quizás mi tristeza era porque tú sobrabas y me negaba a aceptarlo.

Por todo lo anterior, debo aceptar que perdonarte me ha sido sumamente difícil,  porque reconstruir mi corazón y mi confianza, suele ser mucho más fácil con el pasar de los días, pero reconstruir los corazones y la confianza de mis grandes amores, me ha tomado muchas lagrimas, mucha fuerza, pero sobre todo mucha paciencia, y eso querido, es algo que no sé si entiendas, pero marca, y marca mucho.

No sé si algún día comprendas el significado de una familia -espero realmente que así sea- pero para entonces espero sepas redimir en tú entorno, todo el daño que causaste en el mío, al final seria una victoria que supieras lo que significa realmente el amor a un papá, una mamá, unos hermanos y así poder sanar en tu corazón todas esas heridas que te llevaron a herir a alguien más, esa sería la mejor noticia que pudiera tener el cielo y eso quizás sea el inicio de un encuentro hacía lo que es el verdadero amor en la tierra, yo por mi parte seguiré teniendo paciencia, seguiré respondiendo periódicamente el examen de mi mami y le demostraré con hechos a mi papi que Jesús sí vale la pena, que algunos errores en las personas son la respuesta a heridas hechas por alguien más en sus corazones -como este Blog por ejemplo- y que a pesar de la traición, la confianza rota y los malos recuerdos Dios siempre hará que la vida sea maravillosa y que aquellas pesadillas sean tan sólo un buen motivo para no dejarse matar el alma, para levantarse y empezar una vez más.

Mis más sinceras felicitaciones por ser una vez más el tema central de este blog y el responsable de una pesadilla horrible, nadie hasta ti, ha sabido lograrlo con tanto éxito, espero todo ande bien en tu vida y de verdad espero que valores tu nueva familia.

Att: Naty.