Millones de melodías que me han querido conquistar y un tercio de la población que me ha decepcionado.
Un mundo ligeramente complejo e innumerables textos escritos para entonces descubrir que tal "poesía" entre mis letras nunca ha existido, así es todo conmigo, inesperadamente trágico -no es cierto.
Me siento mejor cuando callo mi opinión y dejo que las notas musicales me definan, la gente cree que me conoce, pero la realidad es que mi mente está lejos de ser explorada, como todas las de este universo. Ni aun yo misma sé con exactitud qué soy a mis 21 años, lo cual después de todo es maravilloso porque en realidad no me interesa ir por la vida fingiendo que sé exactamente para dónde voy -cosa que sí hace con frecuencia el resto. Estoy en mi edad favorita, hoy por hoy, lo único que enteramente me preocupa es no preocuparme por absolutamente nada.
No quiero trabajar, a veces tampoco quiero escribir, no me interesa ganarme un mínimo aunque cumplir mis sueños requieran millones y millones, al carajo las benditas necesidades económicas, si he de creer en los milagros, resultar con diez mil millones algún día será el primer paso -tampoco es cierto.
Y hablando de cosas estúpidas, ahora que lo pienso la mitad de hombres que he besado ni siquiera son mi tipo, mis ex cuentan con pésimas referencias (incluidos los de primaria y bachillerato) y hasta el momento no rescato a ninguno, ¿por qué carajos tendré tan mal gusto? soy dulce para los farsantes, hipócritas, doblemoralistas y fanáticos obsesivos de algo, esa es mi vida "amorosa" casi un apocalipsis mental.
En mi vida he sido experta en perder el tiempo, sobre todo con la gente. He confiado más de la cuenta y las leyes de atracción -generalmente las que atraen lo negativo- me resultan muy efectivas; mis mayores miedos se hacen realidad al instante y cuando menos me doy cuenta por uno que se afirma nacen y hacen mutualismo otros diez más. Que interesante.
Así me pasó la vida, viendo todo lo que he sido, incluso lo que soy -de forma errónea- tratando de no volver a ser o no seguir siendo, porque la verdad es que todo eso que odio en el resto, siempre, sin importar cómo o bajo qué condiciones lo exprese, termino indeseable-mente siéndolo, es como una maldición, la cual he decidido romper el día de hoy, porque, qué pereza ir por la vida tragándose las palabras, peor es, andar borrando publicaciones en un Blog, no señor, no más.
No más dejarse condicionar por las personas, porque el tema del escándalo social, el morbo que generan cierto tipo de declaraciones (las cuales por supuesto no he hecho) -sobre todo cuando tu Facebook incluye amigos cristianos- es terrible, no muchos saben lo que es tener la responsabilidad de un Blog que aun sin ser un éxito es medianamente leído y juzgado; generalmente uno trata de no ser tan rayado ni tan cursi, ni ser tan poeta ni tan frío "como pa' darle gusto a todo el mundo" ¡pero al carajo! es mi Blog y aquí yo escribo lo que quiera -No es cierto? porque si en realidad quiero ser escritora no debe importarme si le enseño o no algo a la gente con lo que escribo, o si les gusta mi estilo al escribir.
Incluso voy a olvidarme del reconocimiento, que siendo sinceros, jamás ha existido, porque no conozco la primera persona que de verdad valore este bendito espacio que aunque no parezca: me cuesta. Así que todo este reguero de idioteces tuvieron lugar hoy con el único propósito de decir que: de hoy en adelante voy a decir lo que se me venga en gana porque mi sueño no incluye a nadie, me incluye a mí y a mis palabras.
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