Páginas

domingo, 4 de enero de 2015

Feliz cumpleaños a mi Pa, porque él es mi flow.

Hoy hace 59 años nació alguien, un alguien que no muchos notan, un alguien al que no muchos le han sabido encontrar su magia.

Fue un regalo de Dios, al menos en la vida de una chica de 22, fantasiosa, romántica.

Que bueno darse cuenta de tanto, justo por estos días en que el amor es tan poco recurrente, que bueno poder decir gracias en medio de días de no sentir nada.

Me tomaría el blog entero explicarle a usted por qué amo tanto esta persona, quizás sea su aromática cada noche antes de dormir, o el recuerdo a los 5 años de montarme a un bus testado de gente y afán y ver como el decoraba mi mundo de sonrisas y chistes tontos, el hacía de la rutina algo por lo cual celebrar, puede que se trate de su par de canciones inventadas a base de inspirarse en mí, o la explicación a la idea de mi nombre: Tenía un lindo nombre mi guía...Nataly♪.

No sé cuántos regalos preciosos me ha dado la vida, a veces como humanos simplemente ignoramos lo bueno que en pequeñas dosis o diminutos detalles la gente ha buscado sacarnos una sonrisa, simplemente en un día como hoy quiero contarle al mundo de este hombre, porque creo que se merece el honor público, el honor de ser reconocido como el mayor amor de mi vida, dignificarlo es poco, porque creo que no existen palabras frente a Dios o frente a cualquier persona en el mundo que puedan significar tanto.

Él incluso en sus fallas jamás me ha herido, y cuando caí fuerte contra el suelo, no aprendía lecciones y repetía errores, jamás me miró con desprecio, su enojo era más preocupación, porque de nadie he sentido tan buenos deseos hacía mí que de su parte.

Él ha estado siempre, cuando había una presentación en el colegio el único rostro familiar era él, en las entregas de boletines hacía presencia bien peinado y saludaba con voz fuerte "¿cómo está profesora?", siempre tuve la confianza para decirle "hoy me equivoqué" y siempre me tuvo el amor para decirme "tranquila todo va a estar bien".

A sus 59, sigue enamorándome, y fue gracias a él que aprendí a decir te amo, sus caricias, probablemente las más sinceras, me recuerdan que en su vida jamás he sido un error, y qué casualidad, porque ayer le decía a alguien que la familia no se escoge, pero en este caso, por esta persona en particular, hubiese alzado la mano, corrido hacía donde Dios, le hubiera mirado esos ojitos y le hubiese gritado "decido que eres mío y desde ya te amo".

Que bonito esto que hay entre nosotros, y más cuando hoy en día tanto amor vive perdido por orgullo y egocentrismo, ese mismo que a veces tanto gobierna los corazones. Que bonito, poder saber que aún se tiene la posibilidad de un por siempre, y que hoy luego de 59 años, sigue intacto para mí, para él y para Dios. Nosotros somos eternos.

Amo su vida, y amo que pertenezca a la mía, nuestro amor fue resultado de decisiones de las que otros no se sienten orgullosos, pero sólo Dios sabe la magia que existe entre él y yo, cuando por ejemplo me llama con insistencia porque en algún canal dan mi programa favorito, o cuando ambos nos agendamos para ver alguna presentación de Mars, él tiene perfectamente claro, por ejemplo, que me mueve, que me impulsa y jamás ha dudado en decirme "para eso naciste hija, para hacer y vivir lo que amas".

Eso somos él y yo, un par de horas hablando sobre música, sobre mis experiencias que siempre escucha atento, admirar a Rey Charles de vez en cuando, o tener mirada cómplice y pasos de baile listos cuando en alguna fiesta suena "Pensando en ti" de Che Che Mendoza. Somos más de lo que muchos. Somos la risa de hace unos años cuando mamá estaba en Paris, y él entre esfuerzos me cocinaba un pollo a lo Alirin, o cuando me llegaba con remedios raros para mi época de piojos en segundo grado, o cuando en transición me rogaba que me comiera esos feos huevos tibios, que al final terminaban siendo mi plato favorito en la mañana, sencillamente porque papá los hacía con amor y me los hacía comer entre canciones y apuntes bobos, que finalmente eran mi felicidad, la de tenerlo a él, la que me brindaba la seguridad para desde tan pequeña saber que el amor sí existe.

Recuerdo que nos reímos mucho desde siempre, que al salir a la calle es natural poner mi brazo sobre sus hombros, que ha sabido que me cuesta madrugar desde chiquita y para cuando aún mi cuerpo era medianamente soportable en sus brazos me llevaba cargada hasta la ducha, y también recuerdo que un día al dejar por error mis juguetes en un bus lo persiguió por más de dos cuadras, al final no consiguió pararlo y justo en ese momento me compró un Xilófono de juguete con partituras de canciones infantiles y entonces empezó la música entre nosotros y yo llamaba a Radio Reloj a pedir canciones para mí y para él, y cantábamos felices: El hombre marineroo..no se quiere casar♪ como si fuera el mejor pop del planeta, como si la sencillez de sonreír se encontrará ahí, en la radio.

Me dejaba llenar mi bolso de retasos cuando me llevaba a la Sastrería, y me regalaba hilos para hacerme trenzas y manillas, me enseñó a coser y de hecho por mucho tiempo pensamos que yo iba a ser diseñadora, porque mis muñecas siempre vistieron muy bien. Yo de él aprendí la lectura, pues cada domingo sin falta compraba el periódico, que horas después me pasaba porque yo amaba recortar las caricaturas y coleccionarlas.

Luego me invitó al amor de sus amores: el fútbol y Millonarios, he incluso hoy, sigue contándome sus glorias y penas junto al equipo de su vida.

Ese ha sido mi papá y es hermoso poder contarles mi mejor historia, y contarles con la mayor humildad que yo, soy exactamente lo mismo para él, siempre me ha dicho abiertamente que soy lo mejor de su vida, y que es por mi que lucha, que vive y que continua, por eso, frente al mundo, hoy quisiera contar exactamente lo mismo, él es y será, ese ser humano por el que sigo creyendo en lo sobrenatural de este mundo, en el amor verdadero y en todo eso que generalmente el resto me sugiere "ya no existe" "ya no sirve" "solo destruye".

Hoy cumple años Alirio Cortés Gómez, y yo sólo quisiera pedirles, que me acompañen a dar gracias a Dios, a la vida y a la naturaleza por haberlo puesto aquí hasta hoy y desde el segundo uno de mi existencia.