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domingo, 25 de noviembre de 2018

Mujer error

Me salí del camino pensando que quizá podía hacer el propio. Construir de cero la carretera y desprenderme del temor al semáforo en rojo. Salirme del papel donde siempre hago un bonito monólogo pero a quien me dirijo nunca escucha.

Conociendo lo que nunca, haciendo lo que jamás imaginé. Ahora puedo decir que por fin entiendo a quiénes me fallan... sí, sólo fallando se comprende que sin duda hay dos tipos de errores: los que cometes sin intención y de los que aceptas la consecuencia por adelantado.

Error, que bonita palabra por estos días, no soy otra cosa que malas decisiones, parques a oscuras y sonrisas clandestinas. Soy de aquí y de allá, de los lugares que prometí no pisar o de las canciones que juré no serían mi himno.

Pero vivir no es otra cosa que reírse con la persona equivocada en la banca de la calle y cambiar tu odio a la madrugada por el amor a los amaneceres. Si me hubiesen mostrado el tráiler de este año jamás creería que yo iba a ser escogida como la protagonista. Quizá es mi momento de apagar las luces, de ya no pensar en el público, ser mi elegida ilimitada.

Equivocarme ya no me dará temor más nunca, únicamente porque sólo al hacer bien las cosas y caerse monumentalmente logré comprender que ser feliz de verdad tiene sentido.