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domingo, 5 de febrero de 2017

Lo que es pa' uno

Nos equivocamos si pensamos que la fidelidad tiene que ver con una jaula hecha con barras de cristal en la que sólo coexisten dos, nos equivocamos al pensar que la palabra fallar no tiene cabida en nuestras relaciones.A los amigos, la familia o nuestra pareja en algún momento les fallaremos y puedo constatar que sin que excuse ciertas decisiones equivocadas, errar hace parte de ser humanos.

Llevo años en la construcción consciente de mis relaciones y todos aquellos que hacen parte de mi la mayoría de veces me han llevado -o he querido/tenido que- a atravesar cambios bruscos, porque como muchos he vivido una vida llena de primeras veces y en los últimos 5 años, sin duda, he tenido que sortear sin experiencia tantas cosas que a veces me ha costado meses entender, incluso vainas que quizá aún en este punto no entiendo.

Es tan sencillo explotar nuestros sentimientos sin prevenir su desgaste, sin medir la altura de la caída, pero lo que más he aprendido es que el cariño sincero derriba obstáculos, no por arte de magia sino por exceso de valentía y de fe, de -honestamente- una intervención divina imposible de comprender.

La intervención divina...justo un tema que no muchos creen, pero que personalmente he experimentado de formas básicamente inexplicables, que todo fluya de ciertas formas, que los acontecimientos nos tomen por sorpresa -para bien y para mal- que nuestras decisiones desencadenen finales inesperados, pero principalmente que a pesar de nuestros errores sigamos contando con, sí, lo que sea con lo que usted cuente, que al llegar la noche uno siga Viviendo, así, con V mayúscula.

Con certeza debemos aceptar que a veces nos preocupamos demasiado por el futuro, pero en realidad nuestra mayor prioridad es únicamente construir el presente. Enamorarse cada día de nuevo, regalar un buen plan a los que amamos, darse un chance de ser feliz de formas diferentes, tomarse un respiro, ser un poco más libres, menos dramáticos.

El amor hacía los nuestros es uno de esos temas que nos tomará años de entendimiento, quizá un par de lágrimas pero ¿no es acaso muy mágico que en medio de la caída -especialmente las que son en compañía- tengamos la oportunidad de -literal en el piso- sentir un poco más cerca al otro?

¡Amar, sólo queda amar cuando todo se ponga muy difícil! Sonreír cuando nos quiera tocar la tristeza, ser genuinos cuando nos encontremos de frente las mentiras, intentar entender al otro siempre, aprender de los errores y pulir nuestros principios, hacerle honor a nuestras hermosas cualidades, pero especialmente: ser felices, muy felices pues es la única forma de disfrutar lo que es pa' uno.