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viernes, 28 de marzo de 2014

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Ella es una chica, muchos dicen que es común, su belleza física no se lleva todos los premios del mundo -ya sabes esos estándares que ni yo mismo el logrado comprender, absurdos-, sin embargo he visto como varios han sabido admirarla, es que ella necesita ser vista desde unos ojos reales, y yo he notado, que tú los tienes. Me habla seguido de ti, pudieras oírla, tu nombre está escrito en sus ojos.

Siempre me pregunta cómo te sentirás, si realmente serás feliz a su lado. Yo no sé como hacerle entender que a pesar de sus errores, ella ha sabido conquistarte.

Me da seguido las gracias por haberte dado lo que ella dice "la mirada más dulce que ha conocido" seguido se ríe conmigo cuando recordamos su tiempo juntos, ella realmente ha sido feliz a tu lado.

Se ha reído no sólo su boca, se ha reído el alma misma cuando tú logras -sin saberlo- conquistarla siendo tú mismo.

Llega cada noche, casi siempre a la misma hora, a su almohada, a nuestra cita, y es ahí, sólo en ese momento, en el que toda ella dispone sus pensamientos y empieza a expresarlos conmigo.

Te ama tanto, yo conozco de amores, y ella realmente siente algo importante.

Cada noche me da las gracias por regalarle un día más a tu lado, pareciera que no, pero cada minuto junto a ti ella lo toma como una oportunidad.

Los he visto felices, caminando, con esas charlas curiosas, que a veces desarman el mundo, que aunque nadie ha tenido el placer de escuchar, tienen un valor para mí, yo personalmente soy el que más las disfruta.

No sé si te has dado cuenta, pero cada noche llego para entregarte un abrazo de su parte, sin falta, cada noche me pide unas 5 veces que por favor te abrace en su nombre.

Hemos tenido que hablar mucho de sus miedos, ella teme perderte, siente que sus errores te han frenado el vuelo y claro, a veces los tuyos le han cortado más de una vez la esperanza.

Pero antes de finalizar nuestra cita hace énfasis en lo firme y dispuesta que está, debo decir que es una chica terca, que no se rinde, y lo más importante, que su firmeza tiene lugar en mi amor.

La he visto sola, en su casa, bailando como loca en la sala, cantando a todo pulmón sus canciones favoritas, lavando los platos en pijama, tendiendo las camas, sonriendo frente al espejo, amando tanto la vida desde que tú estás, ella antes no lo hacía, duró mucho tiempo en silencio, prefería escuchar música sin letra, porque sentía que ninguna estrofa lograba encenderle el alma, para entonces siempre me pedía una sola cosa, que yo estuviera a su lado, sólo así se sentía mejor, aunque ambos sabíamos que algo en ella estaba apagado.

Debo decir que aunque seguimos más juntos que nunca, ahora ella es mucho más divertida y verla sonreír, me hace muy feliz.

Verla ahora así, siendo una pequeña de 4 años en el alma de una chica de 21, cantando como nunca la vi cantar, bailando con un gusto y una plenitud que en pocos he llegado a ver. Todo por ti, porque aunque muchas veces haya expresado incorfomidad contigo sólo tú has sabido darle en dosis únicas la felicidad que durante muchas noches y lagrimas ella me pedía con tanto anhelo.

Mi chica ha sido tan fuerte a tu lado, y lo que más me asombra es que a pesar de todo lo que vivió, a muy pocos les veo tantas ganas de amar, tanta fe, tanta esperanza. He visto como muchos al fracasar se rinden, he visto como muchos después de mucho llorar se retiran del amor, pero ella, ella tomó la decisión de amar, de amarte a ti en este caso, y eso la ha hecho una mujer diferente.

No hablaré de su futuro, en este caso prefiero guardar el misterio, ya sabré como sorprenderlos, lo único que prometo es hacerlos felices.