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sábado, 22 de septiembre de 2018

Shaders

Una carta para los que intentan hacernos sombra, un saludo, una sonrisa para los que jamás nos escuchan porque creen saben leer con precisión nuestros labios.

Un "ya no importa" a los que han respondido a gritos  nuestros susurros, a los que no pueden percibir que a veces sólo intentamos decir "no importa qué, aquí estoy" y un abrazo honesto ante las mentiras que han dicho sobre cada uno de nosotros, una verdad amable por cada falsa idea que se levanta en nuestra contra.

Está bien que crean lo que quieran ¿quiénes somos para si quiera tratar de convencerlos de lo contrario? y siempre gracias, gracias por lo bueno de este tiempo, aunque debamos con justicia reconocer que fuimos buenos con ellos desde el inicio de nuestros días, no les debemos nada.

No fuimos buenos cuando íbamos perdiendo, no fuimos buenos cuando se incendió nuestro hogar y de pronto llegó la nostalgia con las cenizas, fuimos buenos siempre, cuando el sol entraba por las ventanas, cuando la casa estaba nueva, cuando las flores del jardín florecían mejor que nunca y hace tanto que no esperamos retribución alguna porque simplemente así nos enseñaron a hacerlo.

Nunca se trató de un "don especial" fuimos buenos porque esta es nuestra forma y está bien que sea naturaleza, aunque a veces, precisamente, nos hagan sombra.

Todavía reímos con inocencia de las veces que llevamos amor a donde hoy sólo nos voltean la espalda, de los días que llamamos familia a los que hoy no nos soportan porque no cabemos en sus estándares, de las tardes donde nos sentíamos afortunados de tener a esos que hoy nos quieren lejos sólo porque no somos de su molde. Sin orgullo podremos decir siempre que jamás fallamos -o no intencionalmente- no es ego mantener nuestros tesoros en alta estima: nuestro corazón es uno de ellos y no negociaremos este asunto con nadie.

Un adiós a los que nos hacen sombra. No si antes desearles que nunca nadie intente tragarse su brillo. No si antes pedir al cielo que jamás reciban a cambio lo que dan, ni sus gritos, ni sus golpes en forma de palabras; porque está bien que quienes nos hacen sombra alguna vez tengan la oportunidad de ser felices ¿O no es acaso la ausencia de felicidad lo que los lleva a hacer sombra a otros?


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