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jueves, 27 de febrero de 2014

Ausencia.

Empieza un nuevo día,
estoy pendiente de quién me conquistara entonces,
¿será el sol? ¿la música de la lluvia?
o la ausencia de siempre hará su "inesperada" aparición.

Le pregunto entonces ¿es en serio?
¿cómo te atreves?
¿quién te crees?

Detengo el tiempo para que la melodía tome su lugar,
repito unas 35 veces la misma canción,
intentando de pronto encontrar algo más que notas musicales.

Pero al final estamos los de siempre:
Mi música, mis letras y yo.

Intentando comprender por qué tanta insatisfacción,
si después de todo ya conocemos este lugar
y hace rato nos resignamos.

A veces alistamos maletas, para emprender un viaje sin retorno,
pero entonces ésta ausencia, tan seductora y prometedora.
Tan ella, tan sin mí, siempre callando,
me cuenta que me necesita,
que también me ama,
y yo le creo.

Más tarde iré a la cama,
con la misma pregunta de cada mañana:
¿por qué?,
me dormiré pensando en ella,
y al otro día
seguramente repetiré este poema.